Quizás con menos halo romántico que los cabezones y bastante menos considerados que otros Mac “baratos”, las series LC no han contado con demasiado prestigio, a pesar de ser muy buenas maquinas, simples, sencillas y eficientes en su rango.
No es una máquina muy querida, — para mi sí —, por lo que yo se, no esta muy buscada y no hay muchos en circulación... salvo en todas las películas yanquis de una época.
Pero era una gran máquina.
¿Que interés, como coleccionista o como pieza de museo, tiene?.
Bueeeeeno. Para mi, este mac en concreto —tengo cinco especímenes—, a parte de su valor sentimental, — fue el primer Mac de mi propiedad —, pienso que es una magnifica máquina que cumplía y aún puede cumplir con cometidos con total eficiencia y dignidad.
Este LCII en concreto, tiene un cierto valor añadido, aparte de que se ven pocos LC por el mundo, lo que empieza a convertirlos en escasos y por tanto valiosos.
Tiene el ínteres de ser de los muy raros elementos ampliados.
Hay muy poca gente que se animara a invertir en ampliaciones para una máquina tan sencilla.
Sin embargo, esta máquina de 1.992 ha estado en servicio hasta el 2.004 — y aun funciona perfectamente con su disco duro original — , doce años de trabajo sin un solo problema, ojalá mi MBP sea la mitad de buena máquina.
Así que creo que ha amortizado cada obolo gastado en él, y sí, esta actualizado.
Si señor, este es un genuino LC II 68030 a 50 Mhz.
Lo que lo convierte en una pieza curiosa y una pequeña joya, al menos para mi.
Siempre he tenido la manía de “mejorar” mis máquinas con detallitos, funcionales o estéticos.
Este tiene, aparte de fieltros para no “pegarse” a la mesa con las patas de goma originales, la personalización del logotipo.
El diseño, — hay que ambientarse en los primeros 90 —, es muy limpio y estilizado, por las época, casi todos los ordenadores eran cajas cuadradas de metal, los LC tenían un diseño compacto y muy estilizado.
Si no fuera por el monitor y el teclado con ratón, era del todo portátil, cabía en una maleta o debajo del brazo y pesaba muy poco.
Recordemos que por aquel año, el Power Book 145 pesaba algo más de tres kilos, y el duo —lo más sofisticado del momento — pesaba un kilo y novecientos gramos, el LCII pesaba algo más de tres kilos pero sin monitor, claro. Y el Color Classic pesaba diez kilos con monitor incluido de 12 pulgadas, claro.
Bueno, la mayoría de los Mac han sido siempre, si no portátiles, transportables, casi todos tenían un diseño que facilitaba su manejo y desplazamiento, — asas, resaltes, formas compactas, etc — .
La forma de cuña se heredo del primer LC que tenia un monitor “casi” integrado, sin peana, por eso tenia esta inclinación natural, el LC II podía tener varios monitores y el 14” de 8 bit de serie tenia ya peana orientable.
Vamos a las tripas.
El perfil del bicho también tiene un objetivo práctico, levanta la panza del LC para que el pequeño ventilador ventral haga circular el aire.
El LC II era muy silencioso, el mayor ruido que generaba era el del Disco Duro, cuando llego a mi casa el 7500 me escandalizó lo ruidoso que era este, solo cuando trabajaba con portátiles he disfrutado de más silencio.
Para abrir el bicho no había que estudiar ingeniería, salvo por un tornillito en el centro que esta unidad no traía, solo había que presionar hacia arriba las dos pestañas que a los dos lados de la tapa hay y retirarla.
Este es aspecto interno de la máquina, si ser compara con otras de “bajo coste”, — LC significa bajo coste en yanqui —, como el 4400 mucho más moderno, la ingeniería en este es mucho más cuidad e imaginativa.
aprovechando todo el espacio
al máximo posible, pero sin sacrificar accesibilidad.
Todos los elementos se sujetan por el procedimiento “Clic–Clac”, es decir, por pestañas y ganchos.
No hay tornillos y no se necesita ninguna herramienta, en el 4400 hay una docena de tornillos.
La tarjeta “aceleradora” de MicroMac Technology realmente lo que hacia es “puentear” la CPU y el FPU de la placa lógica para usar los propios de ella, con un MC68030RC50B en vez del MC68030FE16B original, añadiendo hasta 16 Mb de Ram, que sumados a los 10 Mb. originales, — estos si se utilizan —, proporcionando una configuración bastante considerable para la época, superior a los LC 475 con 680LC40 posteriores, que no eran más que 68030 con FPU integrada, que, mejor dicho, según un técnico, eran 68040 “capados”.
Bueno, es la eterna discusión, hablamos de Mac, son máquinas muy bien diseñadas y construidas por regla general, — que pifias siempre ha habido y mejor no hablar últimamente —.
El LCII, aunque de “línea económica” ya costaba un cuarto de millon con pantalla.
Un IIci coetáneo costaba más de medio millón y por la época de la actualización un Quadra 640 costaba más o menos lo mismo. la actualización, si bien inferior, no llego a 90.000 pesetas.
Mantuvo el bichito en uso hasta el 2.004, y aún funciona y serviría en funciones sencillas, como por ejemplo, como contestador automático inteligente.
Yo no tengo teléfono, pero si lo llego a necesitar, el único problema será dotarlo de un disco duro en condiciones, aunque el Quantum, aun funciona sin problemas con 17 años.
Una última consideración sobre el bichito, ¿cuantos 286 o 386 siguen funcionando y con usos aprovechables al día de hoy?.
En este país, me refiero.
Quizás por eso me gustan tanto los Mac veteranos.
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